Nadar 57 kilómetros parece imposible para aquellas personas que no entrenan alto rendimiento, pero para ellos nada es imposible y lo hicieron gracias al sacrificio diario y la pasión con la que cada brazada, cada respiración, cada patada, se convierte en una cuestión de vida o muerte.
El nadador de aguas abiertas que ya es un récord mundial, Guillermo Bértola, ganó la maratón acuática más larga del mundo: alcanzó el primer puesto de la maratón Santa Fe-Coronda, y su compañera de equipo Cecilia Biagioli logró el segundo puesto.
Una vez terminada la competencia, Bértola manifestó: «Me siento bien, bastante cansado, fue una carrera muy dura. Me quedaron fuerzas para después de la Cortada del Sauce quedarme con la carrera. Intenté no decaer, pensé que si estaba cansado mis rivales también lo estaban. Gasté todo antes para no llegar».
Según el ganador la carrera es «un 70 por ciento mental. Hay momentos donde el físico no da más. Lo festejé mucho porque era un gran sueño, el primero era ser número uno del Grand Prix y el otro ganar la Santa Fe Coronda», afirma el deportista que cubrió los 57 kilómetros que van desde la Costanera Este de la ciudad de Santa Fe hasta el pontón colocado en la ciudad de Coronda en 7 horas, 31 minutos y 14 segundos.
La carrera fue muy exigente debido a las altas temperaturas y el actual campeón mundial, de 28 años, comenzó a cimentar su triunfo en la segunda parte de la carrera.
El anterior ganador de la carrera santafesina, Damián Blaum, abandonó en forma temprana por un problema estomacal.
La clasificación entre los hombres fue liderada por Bértola, quien aventajó a los italianos Eduardo Stocchino y Simone Ércoli, en tanto entre las mujeres Biagioli le ganó a las italianas Alice Franco y Bárbara Pozzobón.
Tras la carrera, Bértola destacó que su estrategia «fue tomar la punta desde el comienzo» y comentó que en eso tuvo que ver su guía, el santafesino Rafael Pérez, ganador en la Santa Fe-Coronda en 2003.
Biagioli destacó la importancia de haber llegado segunda en la general y comentó que pese a los problemas que ha debido atravesar en su carrera, «el trabajo dio sus frutos. En este tiempo que se habla de igualdad, estuve metida entre los mejores. Cuesta mucho el alto rendimiento, pero es una satisfacción grande, y esto es un premio a la constancia y al duro trabajo que hago entrenando», concluyó.