La fundación Cullunche, con 25 años de trayectoria en la protección ambiental en Mendoza, aseguró que no parará hasta lograr «una ley de trazabilidad que contemple hasta el último eslabón de la cadena» de los agrotóxicos, tras la muerte de 34 cóndores envenenados con esos productos en Malargüe.
«Es una pérdida enorme», afirmó la presidenta de la entidad, Jennifer Ibarra, al manifestar su tristeza por lo ocurrido con los 34 ejemplares en Los Molles, casi todos adultos, porque además «los pichones mueren de hambre en los nidos» al no regresar sus padres con la comida que salieron a buscar.
Ibarra coincidió con el director del Programa de Conservación del Cóndor Andino, Luis Jacome, en que, con esas muertes, esta especie «amenazada» en el país puede pasar a la categoría de «en peligro de extinción». La ambientalista sumó la reciente muerte de los 34 cóndores a las 32 registradas en todo el país durante 2017: «En estos últimos 13 meses hemos volado de la faz de la tierra 66 ejemplares», lamentó.
«Los de Mendoza para colmo fueron todos adultos, o sea que vamos a tener un impasse muy importante, importantísimo, de nacimientos, porque un cóndor tiene la edad fértil entre los 8 y 10 años, dos años demora hasta que nace y queda terminado un pichón. Esto -remarcó- es una pérdida importante”.
«Vamos a trabajar hasta el final en una ley de trazabilidad que contemple hasta el último eslabón de la cadena, que la persona que compré un agrotóxico deba tener prescripción de un agrónomo”, dijo Ibarra al referirse a las sustancias que suelen usar en el campo para eliminar pumas y otros animales silvestres depredadores del ganado.
Los cóndores, 20 machos y 14 hembras, fueron hallados a unos 3.000 metros de altura en Los Molles -paraje cercano al centro invernal Las Leñas-, amontonados y parcialmente quemados en un área pequeña en la que también había un puma, cabras y ovejas, por lo que los investigadores apuntaron rápidamente a un caso de envenenamiento
Este martes detuvieron a un hombre y otro se fugó, en allanamientos a dos puestos en Los Molles y El Sosneado en los que encontraron veneno fosforado, según la inspección ocular realizada por los bomberos.
Los análisis para determinar qué sustancia mató a los animales y si es compatible con la secuestrada en los puestos demorará como mínimo entre 15 a 20 días, estimaron.