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Revelan cómo los guaraníes crían y comen larvas de insectos

La crianza y el consumo de larvas como alimento es una costumbre ancestral que existe en Argentina y que se conserva en las comunidades guaraníes de la provincia de Misiones. Un grupo de investigadores del Conicet describió los métodos que miembros de pueblos originarios aplican para criar y usar larvas de escarabajo.

El estudio fue desarrollado por equipos del Instituto de Biología Subtropical y del Instituto de Botánica del Nordeste  y se centró en el manejo de tres especies de estos insectos, que son criados en palmeras Syagrus romanzofiana, conocidas popularmente como pindó.

El consumo de insectos como alimentos es una práctica de poblaciones rurales de todo el mundo y hay registros de más de 1.800 especies consumidas en más de 3 mil grupos étnicos.

“Los primeros reportes de guaraníes cultivando larvas de escarabajo en palmeras y otras especies de árboles son de fines del siglo XIX. En sus artículos, los investigadores de la época mencionaban que las llamaban ‘tambú’ y que usaban vasijas de barro, calabazas, troncos o cañas huecas para transportarlas desde el bosque hasta sus ambientes domésticos”, se destacó.

Los guaraníes son una de las comunidades originarias más numerosas de Sudamérica y de acuerdo a datos de 2015 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en la provincia de Misiones hay más de 13.000 habitantes que pertenecen a este grupo, distribuidos en unas 100 localidades.

Para este estudio, los investigadores trabajaron con cuatro comunidades ubicadas en cercanías a Eldorado, El Soberbio y en la Reserva de Biósfera Yabotí.

“Los científicos determinaron que el uso de larvas comestibles no consiste sólo en la mera recolección y cocción de insectos. Se trata de una actividad que es planificada durante meses y que tiene en cuenta diversos factores: el estado de crecimiento de la palmera, las estaciones del año, las fases lunares y las técnicas de manipulación”, señaló el trabajo.

También se marcó que “estas características reflejan la concepción holística de los guaraníes acerca de la relación entre la planta huésped, los insectos y el ambiente”.