Un grupo de 60 médicos y otros profesionales de la salud egresaron ayer del primer posgrado universitario de cannabis medicinal de Latinoamérica. Fue dictado durante seis meses en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.
Los médicos, biólogos, farmacólogos, investigadores, psicólogos y psiquiatras graduados están capacitados para asistir a pacientes que usen cannabis como parte del tratamiento.
«Establecer el marco regulatorio fue el paso inicial, éste debe asegurar un producto de calidad medicinal», dijo el director del posgrado, Marcelo Morante.
«Los médicos deben aprender sobre farmacocinética, farmacodinámica, indicaciones con más evidencia en el mundo, así como saber discutir efectos adversos, con una mirada equilibrada, que es lo que suele faltar en este debate», evaluó.
«Esto habla de los pasos que va dando la sociedad en general, la comunidad científica y la médica: ya tenemos una capacitación para médicos que se muestran muy interesados», dijo respecto a que las 60 vacantes se completaron en media mañana.
A lo largo del curso, con encuentros entre las 9 y las 17, expertos de todo el país instruyeron a los profesionales de la salud a cerca de las características de la planta, tópicos de psiquiatría, de evidencia, de gastroenterología y de neurología.
Morante apuntó: «Una de las grandes inquietudes de los profesionales que participaron del posgrado fue saber cómo va a desarrollarse el marco regulatorio y el director nacional del programa Cannabis Medicinal vino y explicó que la ley, por imperfecta que fuera, fue el primer gran paso que permite que los pacientes puedan acceder a un producto de calidad científica, que el médico que acompaña esté capacitado, que la información sea equilibrada».
«Ocho de cada diez pacientes preguntan por cannabis medicinal para cuidados paliativos. En Argentina el programa incluye sólo epilepsia refractaria, pero en el mundo el cannabis medicinal se usa para el dolor. Lamentablemente, nuestro país viene dando pasos a espalda de lo que es la evidencia en el mundo», planteó.
El médico destacó que «el paciente con dolor crónico será el que mayormente use el cannabis medicinal en el futuro».
Celeste Romero, egresada del posgrado, contó que trabaja en la ONG Centro de estudios de la Cultura Cannábica coordinando la investigación: «Los tratamientos en salud mental tienen el problema de que asocian muchos efectos adversos y la presencia del sistema endocannabinoide, y la posibilidad de trabajar con cannabis en patologías neuropsiquiátricas es inmensa y esto abre una gran puerta», dijo.