El viernes se festeja la importancia del sándwich alrededor del mundo. La historia y una campaña para combatir el hambre.
La historia es conocida: el Conde de Sándwich, Inglaterra, John Montagu, era un ávido jugador de dados y cartas. Allá por el Siglo XVIII pasaba noches enteras en vela jugando con los miembros de su corte, a tal punto que muchas veces prefería no comer para evitar mancharse las manos e interrumpir sus juegos.
Entonces sus servidores idearon la solución ideal, sin saber la repercusión que tendría: comenzaron a servirle su pavo, pollo y jamón entre dos panes, para que no se engrase las manos. La historia de la gastronomía había cambiado y el sándwich cobraba vida.
La increíble variedad y adaptabilidad del sándwich convirtió a esta comida en una de las favoritas de la humanidad, con millones de posibilidades de combinaciones, texturas y sabores.
Subway, la cadena de restaurantes franquiciado, celebra el Día Mundial del Sándwich (viernes 3 de noviembre) con una campaña solidaria global en más de 40.000 restaurantes de 60 países. Ese día, por cada compra de cualquier sándwich de 15 o 30 centímetros, los clientes obtienen otro sandwich gratis y los Bancos de Alimentos reciben una importante donación monetaria equivalente a un total de raciones de alimentos.
Según la OMS, a escala global, una de cada nueve personas pasa hambre todos los días. La mayoría son niños, familias trabajadoras y personas de la tercera edad.
Argentina ha realizado una alianza con el Banco de Alimentos Buenos Aires, organización dedicada a la lucha contra el hambre en nuestro país, cuyo objetivo es alimentar a miles de personas, sensibilizar y crear conciencia sobre el hambre en el mundo y en particular en nuestro territorio.
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