Una biografía de Lionel Messi, escrita por el periodista Leonardo Faccio en 2012, ha sido traducida al mandarín y ya está a la venta en las librerías chinas.
El mandarín, también conocido como chino estándar moderno, es el dialecto usado en la República Popular China. Y también es uno de los idiomas oficiales de Singapur.
El libro, titulado simplemente «Messi», se ha traducido ya a varios idiomas y en su versión en mandarín tiene 190 páginas, en las que el autor charla con el rosarino y su entorno, desde su familia a sus amigos de la infancia y compañeros en el Barcelona.
La biografía también cuenta con testimonios de otros ídolos del fútbol argentino, desde Diego Maradona a Jorge Valdano o Juan Sebastián Verón.
Messi despierta pasiones entre los chinos aficionados al fútbol, como quedó claro en su última visita a Beijing, a principios de junio último, cuando se anunció que el grupo de comunicación español Mediapro construirá en China un parque temático inspirado en el astro argentino.
Elpaís.com explica que Leonardo quería contar quién era Messi ‘La Pulga’ lejos del fútbol y la pelota. El trabajo le llevó tres años. Faccio esperó nueve meses para conseguir un mano a mano con Lionel Messi que duró apenas quince minutos. Sucedió en 2009 y el jugador con el que todos los periodistas se morían por hablar recién llegaba de unas vacaciones en Disney.
Ese joven de 22 años se aburría de ver Lost, dejó de jugar al Play Station porque no tenía rival, no disfrutaba pasear, prefería dormir la siesta en el sillón de su casa y vivía con su perro boxer -Facha- cuando Leonardo Faccio comenzó esta investigación que le exigió tres años y más de 100 entrevistas con personas de su entorno.
Fue tras un Messi que no paraba de crecer, evolucionar y ganar títulos. Que afianzaba su relación con su pareja -hoy devenida en su mujer- y no tenía techo en su profesión. «Fue como retratar a una persona que está en constante movimiento y uno no puede decirle, quedate quieto».
En 2009 Lionel Messi era una celebridad pero se conocían pocos detalles de su vida sin una pelota en los pies. Faccio llegó a la entrevista en las instalaciones del Barcelona FC convencido de que quería descubrir qué hacía Messi cuando no corría hipnotizado. Era difícil humanizar al ídolo. Y por momentos sentía que estaba frente a Superman. Sabía que iba con desventaja porque seis años atrás Lio se comunicaba menos que ahora y las entrevistas lo ponían muy tenso. Es más, a los 10 minutos de estar conversando con él ya buscaba la salida.