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Un estudio revela que la Luna tiene grandes cantidades de agua

Un grupo de científicos de la Universidad estadounidense de Brown aseguró que hay agua atrapada en numerosos depósitos volcánicos distribuidos en la superficie de la Luna.

El informe, realizado por investigadores del Departamento de Ciencias Planetarias, de la Tierra y el Medio Ambiente de esa casa de altos estudios aseguraron que el agua contenida en esos antiguos depósitos apoya la idea de que el manto del satélite natural de la Tierra es sorprendentemente rico en agua.

Según el artículo, se considera que el agua tendría forma de cristales formados por una explosión de magma procedente del interior profundo de la Luna.

Si bien durante años los especialistas habían asumido que el interior de la Luna estaba vacío de agua, en 2008 un grupo de geólogos de la Universidad de Brown detectó señales de esa sustancia en algunos cristales volcánicos traídos a la Tierra por las misiones Apolo 15 y 17.

El director de la investigación, Ralph Milliken, señaló que los datos de la órbita permitieron examinar los grandes depósitos piroclásticos (materiales emitidos por algún tipo de explosión volcánica) de la Luna, según consignó un despacho de la agencia EFE.

De este modo se encontró evidencia de agua en «casi todos los depósitos piroclásticos observados y mapeados», incluso de los que están cerca del lugar de aterrizaje de las misiones Apolo 15 y 17, donde se recogieron muestras de cristales.

La idea de poder encontrar agua en el interior de la Luna plantea interrogantes interesantes sobre la formación del satélite, puesto que los científicos estiman que se creó por los restos dejados cuando un objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra en las primeras etapas de la historia del Sistema Solar.

«La creciente evidencia de agua en el interior de la Luna sugiere que el agua sobrevivió de alguna manera, o que llegó poco después a raíz del impacto de asteroides o cometas antes de que la Luna se hubiera solidificado completamente», señaló Shuai Li, científico de la Universidad de Hawaii, que colaboró con Milliken.

Los investigadores indican que para la detección de agua en los depósitos volcánicos se utilizaron espectrómetros orbitales, que ayudan a medir la luz que rebota de la superficie lunar a fin de conocer componentes o minerales que pueda haber en el satélite.