Un grupo de investigadores descubrió que grandes cantidades de productos lácteos descremados pueden aumentar el riesgo de sufrir Parkinson.
La leche descremada o desnatada es la leche a la que se le ha eliminado la grasa mediante centrifugado. Con la grasa extraída se hace crema de leche (o nata) y mantequilla.
Los lácteos descremados están especialmente indicados para regímenes dietéticos en los que se prohíbe el consumo de leche «completa» o «entera», ya que su crema contiene ácidos grasos saturados que elevan los niveles de colesterol sanguíneo.
Sin embargo, esta elección se convierte en peligrosa a la luz de los últimos resultados de un grupo de investigadores de la Escuela Chan de Salud Pública de Boston de la Universidad de Harvard (EE. UU.): según la investigación, consumir grandes cantidades de productos lácteos descremados puede aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson.
Para su estudio, los expertos analizaron 25 años de datos de más de 120.000 hombres y mujeres. Cada 2 años, los participantes completaron un cuestionario de salud, y cada 4 años, un cuestionario dietético. Los investigadores utilizaron este último para evaluar qué tipos y cantidades de productos lácteos bajos en grasa consumían, incluyendo leche, crema, queso, mantequilla, helado y sorbete.
Luego de 25 años, 1.036 voluntarios habían desarrollado la enfermedad. Los investigadores descubrieron que el riesgo de la enfermedad de Parkinson era mayor para los adultos que consumían al menos 3 porciones de productos lácteos bajos en grasa todos los días, en comparación con los que consumían solo una porción.
En concreto, el riesgo fue un 34 por ciento mayor de desarrollar Párkinson. La leche descremada, sobre todo, aumenta por sí sola el riesgo hasta un 39 por ciento.
«Los resultados proporcionan evidencia de un modesto aumento del riesgo de Párkinson con un mayor consumo de productos lácteos bajos en grasa, y estos productos lácteos, que son ampliamente consumidos, podrían ser un factor de riesgo modificable para la enfermedad», aclara Katherine C. Hughes, líder del trabajo. Sin embargo, señalan que su estudio es puramente observacional, por lo que es incapaz de probar causa y efecto.