En la ciudad entrerriana de Crespo desarrollarán un proyecto denominado «Tratamiento de residuos orgánicos por biodigestor», con el objetivo de producir energías renovables.
El biodigestor es un contenedor cerrado, hermético e impermeable donde se deposita materia orgánica como desechos vegetales y frutales y excrementos en determinada dilución con agua, la cual se descompone a través de la fermentación anaerobia por acción de microorganismos, y se obtienen gas metano o biogas.
Además, en el mismo proceso se produce un subproducto liquido llamado biol, el cual puede ser utilizado como fertilizante ya que es rico en nitrógeno, fósforo y potasio, por lo que este tipo de tecnología tiene un gran potencial para el cuidado del ambiente: disminuye la cantidad de desechos y produce una fuente de energía relativamente limpia.
¿Qué es el biogás?
El biogás es un gas combustible que se genera en medios naturales o en dispositivos específicos, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, mediante la acción de microorganismos y otros factores, en ausencia de oxígeno (esto es, en un ambiente anaeróbico).
La producción de biogás por descomposición anaeróbica es un modo considerado útil para tratar residuos biodegradables, ya que produce un combustible de valor además de generar un efluente que puede aplicarse como acondicionador de suelo o abono genérico.
Este gas se puede utilizar para producir energía eléctrica mediante turbinas o plantas generadoras a gas, en hornos, estufas, secadores, caldera (calefacción u otros sistemas de combustión a gas, debidamente adaptados para tal efecto.
Por otro lado, las autoridades aseguran que «se buscará otra localización para el tratamiento de los residuos orgánicos, dada la cercanía a la planta de residuos de viviendas construidas y habitadas en los últimos años como el Barrio Norte, y se reemplazará el funcionamiento de motores e iluminación con la energía producida a través del nuevo tratamiento de residuos, para que sea un sistema sustentable».