El libro «Los desaparecidos de Racing», del sociólogo Julián Scher, recopila la biografía de once hinchas y socios del club que fueron secuestrados y asesinados durante la última dictadura militar en Argentina, entre 1976 y 1983.
La obra publicada recientemente por Grupo Editorial Sur relata las historias de Alejandro Almeida, Diego Beigbeder, Jorge Caffatti, Alvaro Cárdenas, Jacobo Chester, Dante Guede, Gustavo Juárez, Carlos Krug, Osvaldo Maciel, Roberto Santoro y Miguel Scarpato, todos simpatizantes de Racing.
El amor incondicional por el equipo de Avellaneda y la pasión por la política es el lazo que vincula a todos los protagonistas, aferrados al club hasta en los días más feroces del tiempo en el que desaparecieron.
La obra articula las vivencias de cancha y los compromisos militantes de figuras como el escritor y periodista Santoro, autor del mítico libro «Literatura de la pelota» y de cuyo secuestro se cumplirán cuarenta años el 1 de junio.
También recuerda la historia de Alejandro Almeida, hijo de Tati Almeida -referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora- y ex trabajador de la agencia Télam, secuestrado el 17 de junio de 1975.
«Estas historias fueron construidas a través de testimonios de gente que conoció a esas personas en distintos momentos y facetas de su vida. Si bien es un libro muy vinculado con Racing, no deja de ser una excusa, pues podrían haber sido hinchas de Boca, River, Independiente o cualquier otro equipo. Es más, estoy convencido que irán apareciendo más trabajos para rescatar la memoria de los hinchas o socios de distintos clubes que engrosaron la lista de los 30 mil desaparecidos», explicó Scher.
En Redacción Rosario el escritor explicaba que: “A mí siempre me pareció que el fútbol, a diferencia del cine, el teatro, la literatura y otras actividades que tienen mucha llegada a la sociedad, había contribuido relativamente poco a la construcción de Memoria, Verdad y Justicia”, señala de entrada el autor de Los desaparecidos de Racing. Y agrega: “Se me ocurrió entonces buscarle una vuelta para usar al fútbol como excusa y poder arrimar a más gente a indagar sobre el genocidio que sufrió la Argentina entre la década del 70 y principios de los 80”.