Por primera vez en Latinoamérica estrenan en el Planetario de la Universidad Nacional de La Plata una película basada en hechos reales en formato “fulldome”: se puede ver en 360º.
«Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos», es la historia del primer astronauta argentino: una rata macho que se convirtió en un hito para la astronáutica mundial. Se estrena el 6 de mayo a las 15:30 y a las 18.
La historia, dirigida a niños de más de 6 años y adolescentes, está centrada en las aventuras de Belisario, un pequeño ratón astronauta que viaja en el tiempo para inscribir su nombre en la historia de la astronáutica argentina.
Belisario: realidad hecha ficción
El 11 de abril de 1967 el cohete argentino Yarará despegó desde la Escuela Aerotransportada de Córdoba. En su interior se encontraba una cápsula diseñada especialmente para Belisario, una rata macho que se convirtió, de alguna manera, en el “primer astronauta argentino”. Así, Argentina se convertía en el cuarto país en experimentar con seres vivos abordo de cohetes.
La historia de Belisario comienza mucho antes, más precisamente en la década del 40, años en los cuales Argentina se destacaba por poseer una industria pesada de vanguardia. Automóviles, motocicletas, aviones, los Altos Hornos Zapla en la provincia de Jujuy, son meros ejemplos de lo que supimos construir (y destruir). En lo que respecta a las actividades espaciales, comenzó a destacarse el ingeniero mendocino Teófilo Tabanera, quien junto a un grupo de entusiastas fundó en 1949 la Sociedad Argentina Interplanetaria. Todo este fructífero ecosistema de científicos, técnicos, universidades e institutos permitirían años más tarde la concreción de lo que sería la primera agencia espacial latinoamericana. En 1960, y bajo la dirección de Tabanera, se crea la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), institución enmarcada en la Fuerza Área Argentina, la cual tenía bajo su control todas las actividades espaciales a desarrollarse en nuestro país.
El verdadero Belisario
El proyecto BIO tuvo como objetivo lanzar al espacio distintos seres vivos, regresándolos sanos y salvos. Es así que el 11 de abril de 1967, Belisario fue vestido con un arnés y un chaleco especialmente diseñados para soportar grandes aceleraciones en el cohete de fabricación nacional llamado Yarará.
El Yarará despegó a las 10 de la mañana desde la Escuela Aerotransportada de Córdoba llevando al primer astronauta argentino: una rata macho.
Su viaje fue un hito para la astronáutica mundial. La altura máxima que alcanzó Belisario fue de 2.400 metros soportando una aceleración de 20 veces la de la gravedad terrestre (20G).
A 28 segundos del despegue se desplegó el paracaídas de la cápsula con nuestro amigo en su interior. Debido al viento reinante en la zona, la cápsula fue desplazada a una zona distinta a la que se planeaba, pudiendo recuperar a Belisario 50 minutos más tarde.
Si bien se encontraba muy transpirado y con 8 gramos menos de peso, esta rata se convirtió realmente en todo un símbolo de las capacidades científicas y técnicas alcanzadas por la CNIE.
Durante mayo las funciones para ver esta producción serán todos los fines de semana y feriados a las 15:30 y 18 horas. La entrada es libre y gratuita (bono contribución opcional $30) y los tickets se retiran antes de la función, hasta completar las 175 butacas.
Fulldome es el mayor formato audiovisual del mundo, capaz de generar un entorno inmersivo con la proyección dentro de la estructura de un domo, una cúpula semiesférica, de un planetario o instalación similar.
Para más información ingrese aquí
Planetario: Avenida Iraola y Calle 118. Paseo del Bosque. La Plata.
Fuente: Diego Bagú, Director de Gestión Planetario Ciudad de La Plata.