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Cómo vivir más de 100 años controlando el pH de tu cuerpo

Desde chico a Juan le interesa la astronomía. Pasó gran parte de las noches de verano sentado en su terraza mirando el cielo: soñaba con aprender cada espacio de ese infinito mundo oscuro. Una tarde de otoño de 2015, mientras ayudaba a su hija a hacer la tarea de biología, descubrió que existía otro universo -más complejo aún- del que ignoraba casi todo: su cuerpo y el pH.

Una de las primeras preguntas que se hizo fue sobre el equilibrio y cuán importante es para estar saludable. Comenzó a leer sobre el tema en algunos libros: «El equilibrio del pH de la sangre es fundamental para la vida, tanto es así que una pequeña variación puede suponer la muerte, es por eso que nuestro organismo está continuamente luchando por mantener ese equilibrio». Pero, ¿qué es el pH?

El pH es un indicador que mide la alcalinidad o la acidez de una sustancia. Indica el porcentaje de hidrógeno contenido en esa sustancia, es decir mide la cantidad de iones ácidos (H+) que hay en una sustancia, por eso sus siglas pH=potencial de hidrógeno.

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La escala del pH va del 0 al 14, considerándose un pH neutro al valor 7. Cuando el pH baja del 7, se considera un pH ácido (con exceso de iones de hidrógeno, H+ ), y cuando aumenta de 7 se considera un pH alcalino.

El pH óptimo de la sangre humana debería ser ligeramente alcalino con un valor entre 7.35 y 7.45, pero por desgracia se estima que el 90% de los habitantes de los países desarrollados sufren acidosis, incluyendo a los niños.

¿Por qué se produce la acidosis?

La acidosis en nuestro organismo tienen una relación directa con nuestra alimentación, pero también con nuestros hábitos, con nuestra salud emocional y la contaminación a la que estamos expuestos.

Por ejemplo un aumento de CO2 (dióxido de carbono) en nuestro organismo causará acidosis, y un aumento del O2 (oxígeno) acompaña a la alcalosis, lo que significa que las personas fumadoras, con reducidos niveles de oxígeno sufrirán casi seguro de acidosis en su organismo.

La deficiente calidad del aire contaminado de nuestras ciudades, también contribuye a nuestra acidosis.

¿Por qué es peligrosa la acidosis?

La acidez altera los niveles óptimos de electrolitos en nuestro organismo, es decir, actúa sobre nuestros electrolitos de Sodio, Potasio, Calcio, Hierro, y cada uno de estos tendrá una función vital, fundamental y específica en nuestro organismo.

La acidez produce desmineralización del organismo, y una muestra clara la encontramos con el problema que se produce con Calcio y la Osteoporosis: para combatir la acidez de la sangre, nuestro cuerpo intenta compensarla con elementos alcalinos, como el calcio (fundamental para la formación y consistencia de nuestros huesos) por lo que resta calcio de los huesos con el fin de equilibrar el pH, lo que a la larga producirá osteoporosis (enfermedad ósea producida por falta de calcio) o cálculos renales (el exceso de minerales se eliminará por la orina).

También como hemos explicado, reduce los niveles de oxígeno en nuestro organismo, y este como sabemos es básico para que se produzcan las reacciones metabólicas necesarias para la vida, como por ejemplo la respiración celular.

En 1932, el médico alemán ganador de premio nobel Otto Heinrich Warburg, dijo que para que haya cáncer, envejecimiento y enfermedades crónicas, debía existir dos condiciones: acidosis y falta de oxígeno, ya que en particular las células cancerígenas han “aprendido” a vivir sin oxígeno.

Sustancias que producen acidosis:

  • Azúcar refinado
  • Sal refinada
  • Galletitas, facturas y masas industriales
  • Bebidas con alcohol
  • Gaseosas
  • Alimentos precocinados y congelados
  • Los aditivos (conservantes, espesantes, colorantes, antioxidantes, antiapelmazantes, saborizantes…)
  • Medicamentos
  • Café
  • Golosinas en general.
  • Exceso de carne y huevos (las proteínas suelen dejar un exceso de fosfatos o sulfatos que acidifican)
  • Exceso de cereales en nuestra dieta, sobre todo la avena
  • Sobrealimentación (comer en exceso)
  • Diarreas o vómitos continuos o enfermedades pancreáticas o biliares, (perderemos bicarbonato, lo que disminuye también el pH, aumentando la acidez)
  • Los metales pesados tóxicos residuales en los alimentos, el agua, vacunas, aire, etc… por ejemplo el mercurio, el aluminio, el plomo, arsénico, etc.

Acidosis y las principales enfermedades

  • hongos, por ejemplo cándidas vaginales
  • anemia
  • problemas renales (infecciones, irritación, cálculos)
  • sobrepeso (enfermedades metabólicas)
  • cansancio, déficit de energía
  • jaqueca, migraña
  • envejecimiento prematuro
  • tendencia depresiva
  • problemas respiratorios (por ejemplo asma infantil)
  • cáncer
  • vómitos, diarreas. Mareos, vértigos.
  • artritis, artrosis, osteoporosis, producidos por la desmineralización del organismo
  • debilidad y caída del cabello
  • facilidad para enfermar de gripe, sinusitis, etc… ya que la mucosa del tubo respiratorio se debilita
    dermatitis y otros problemas de la piel (el sudor se vuelve ácido irritando y debilitando la piel)
  • osteoporosis (el organismo utilizará el calcio de los huesos, (el calcio es alcalino) para intentar compensar la acidez de la sangre)

Recomendaciones para equilibrar el pH y combatir la acidosis

Una buena alimentación rica en sustancias minerales (oligoelementos), vitaminas y nutrientes será muy importante:

Debemos consumir los alimentos crudos, o muy poco cocinados, ya que al cocinar los alimentos estos pierden la mayor parte de su valor nutricional, como las vitaminas.
Evitando el estrés y las situaciones emocionalmente tensas, ayudaremos a combatir la acidosis.
La actividad física proporcionará unos niveles de oxígeno muy beneficiosos para nuestro organismo, y con ello propiciaremos un pH más alcalino.
Las algas, ricas en clorofila, como la espirulina o la chlorella, son sustancias ideales para aumentar la alcalinidad de nuestra sangre.

Alimentos alcalinos:

  • En general todas las frutas y verduras crudas. Son especialmente alcalinizantes: zanahoria, ajo, cebolla, papa, nabo, puerro, calabaza, espinaca, acelga, apio, pimiento, lechuga, uva, higo, manzana, plátano, ciruela, dátil, pepino.
  • Las frutas ácidas (pomelo, limón, naranja, kiwi, ananá), ya que aunque son ácidos en si mismo, se oxidan y tienen una acción alcalinizante en nuestro organismo.
  • Miel, melaza o azúcar de caña
  • Legumbres, en especial la soja

Prueba para conocer nuestro pH sanguíneo

Para concoer el pH sanguíneo podemos solicitar una prueba analítica compleja, o lo más sencillo: podemos analizar el pH de nuestra orina: el pH de nuestra orina es siempre diferente al pH de nuestra sangre. El pH de nuestra orina se ha de mantener entre el rango 6-7, pero un valor por debajo de 5,5 en el pH de nuestra orina es reflejo de una acidosis sanguínea.

Para realizar la prueba podemos comprar tiras reactivas de pH en la farmacia y deberemos realizar 3 pruebas al día durante al menos 3 días y analizar la media de todos los resultados, ya que el rango de nuestro pH puede verse afectado por la actividad física, estrés o alimentación de un momento concreto.

 

Bibliografía consultada: Elena Cibrián, naturópata