inundación, Chubut, Comodoro Rivadavia

La lluvia volvió a castigar Comodoro Rivadavia y hay más de 1600 evacuados

Las lluvias volvieron a castigar a la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia esta madrugada y hay más de 1600 evacuados, según informaron fuentes de las fuerzas de seguridad que brindan asistencia a los damnificados.

Debido al agua caída en las últimas horas y en la jornada de ayer, la ciudad de Caleta Córdoba volvió a quedar aislada cuando el paso de emergencia que se había construído en la ruta provincial número 1, que une a la citada ciudad con la zona norte de Comodoro, volvió a desaparecer por la crecida de un canal.

Pese a las nuevas lluvias, el Ejército, Defensa Civil, personal municipal y voluntarios continuaron trabajando toda la noche para tratar de asistir a vecinos de todos los barrios, en especial del Juan XXIII, Moure, Laprida, Caleta Córdoba y la zona de los kilómetros 8 y 14 de la ruta provincial.

En tanto, anoche en la localidad de Rada Tily -a 10 km de Comodoro-, la situación fue muy difícil debido a que el mar, el viento y el agua de las lluvias inundó algunos sectores y a otros los convirtió en lagunas, como la avenida Moyano y Piedrabuena, que permanecen cortadas.

Se perdió el servicio telefónico y los vecinos tuvieron que solicitar ayuda a Comodoro Rivadavia para poder ser evacuados. El servicio de transporte público se encuentra suspendido, ya que se torna intransitable muchos sectores de la ciudad.

La inundación anterior

El 29 de marzo pasado, en Comodoro Rivadavia llovieron en menos de 72 horas más de 300 milímetros, lo que causó inundaciones y deslizamientos de barro y agua que entre otros daños arrasaron con los 150 metros de traza de la ruta provincial 1 que funcionaban como único acceso vehicular a Caleta Córdova.

En la unión vecinal de ese barrio, explicaron que “se pudo evacuar a tres personas, entre ellas a dos embarazadas, y se hizo un operativo importante junto a los bomberos, la policía y vecinos con camionetas 4×4 para llevarlas a un centro de asistencia”. La evacuación de las embarazadas fue impulsada entre otras cosas por la presencia de ratas muertas sobre la costa y el miedo entre los vecinos a que puedan existir pérdidas de petróleo sobre el mar.