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Según un informe, la crisis alimentaria creció más del 30 por ciento en un año

Un informe mundial de un organismo de la ONU reveló que cerca de 108 millones de personas padecieron en el año 2016 crisis alimentaria, un drástico aumento frente a los 80 millones registrados en 2015.

El fuerte incremento refleja los problemas de la población para producir y acceder a los alimentos debido a los conflictos, los precios a niveles récord en los mercados locales de los países afectados y a eventos meteorológicos extremos como la sequía y las lluvias irregulares causadas por El Niño.

Los conflictos civiles son el factor determinante en nueve de las diez peores crisis humanitarias, lo que pone de relieve el estrecho vínculo existente entre paz y seguridad alimentaria, según revela el Informe mundial sobre crisis alimentarias 2017.

El informe sostiene que la demanda de ayuda humanitaria se intensificará este año, ya que cuatro países corren el riesgo de sufrir hambrunas: Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el noreste de Nigeria.

Otros países que requieren asistencia a gran escala debido a la crisis alimentaria generalizada son Irak, Siria (incluyendo a los refugiados en países vecinos), Malawi y Zimbabwe.

Ertharin Cousin, directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, explicó que se trata de «una carrera contra el tiempo: el mundo debe actuar ahora para salvar las vidas y el sustento de millones de personas que se encuentran al borde de la inanición».

Los 108 millones de personas que según el informe están en situación de inseguridad alimentaria severa en 2016 representan a aquellas que sufren un nivel de malnutrición aguda mayor de lo habitual y una falta generalizada de alimentos mínimamente adecuados, incluso con ayuda externa.

En este aspecto, el informe incluye a los hogares que pueden hacer frente a sus necesidades alimentarias mínimas «tan sólo agotando sus semillas, ganado y activos agrícolas necesarios para producir alimentos en el futuro».

El documento, en cuya elaboración se integraron diversas metodologías de medición, es fruto de una nueva colaboración entre la Unión Europea y USAID/FEWSNET (red de alerta contra la hambruna de EEUU), instituciones regionales de seguridad alimentaria y organismos de la ONU, entre ellos la FAO, el  (PMA) y UNICEF.