El 2 de febrero encontraron 20 perros muertos por envenamiento en las calles de Carrilobo, una localidad de departamento Río Segundo ubicada a 153 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Según constataron los mismos dueños y los investigadores policiales, los animales ingirieron alimentos que contenían un veneno fulminante, ante lo cual los pobladores expresaron su preocupación.
Los indicios apuntan a un hecho intencional y premeditado y, de acuerdo con el relato de los vecinos, se encontraron pedazos de carne junto a los perros muertos.
Leonel Combina, del voluntariado «Patitas vagabundas», aseguró a un medio local que «es alguien que sabe bien lo que hace y manipula. Una perra fue envenenada estando en el patio de la casa de sus dueños, ni siquiera estaba en la calle», precisó.
«Primero fue en una esquina en especial, con un caso que pareció aislado. Al día siguiente otro y después de a dos por día, a plena luz, hasta que el martes pasado aparecieron ocho perros muertos en distintos puntos de la ciudad», detalló Leonel.
La mayoría de los envenenamientos ocurrieron entre las 15 y las 16.30, a animales con dueños pero que están fuera de su casa.
La organización envió una muestra de la carne hallada junto a los cadáveres y a uno de los animales muertos «para una necropsia a un veterinario, para que sean analizados en Villa María», informó Combina y afirmó que «el veneno es fulminante: los perros mueren casi en el acto».
El municipio de Carrilobo encargó estudios a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto y la policía indicó que hay una persona sospechada, cuya vivienda fue allanada este miércoles y se secuestraron elementos vinculados a medicación veterinaria, por lo que investigan si está relacionada con los hechos.