En Almirante Brown, zona sur del Gran Buenos Aires, se celebró la inauguración de un natatorio en el predio del Polideportivo Municipal. Durante la mañana del 19 de enero, decenas de chicos de diferentes clubes de la zona, vecinos, autoridades del municipio y la reconocida nadadora y entrenadora Noelia Petti, participaron de una charla educativa a cargo del nadador estrella José Meolans -campeón del mundo y Panamericano-, y del brasileño campeón olímpico y actual récord mundial de 50 y 100 metros, César Cielo, quien mostró desde el agua las técnicas de nado.
«Para ser buen nadador hay que trabajar duro y tener disciplina. Uno tiene que sacar lo mejor de sí mismo cada día, alimentarse bien y estar concentrado en cada movimiento. La patada es fundamental para la velocidad, por eso hay que trabajar mucho las piernas», explica José Meolans en la charla que brindó en el natatorio, mientras más de cuarenta jóvenes nadadores lo miraban en silencio y absorbían sus palabras y experiencia. «Con el deporte los jóvenes aprenden el respeto, la solidaridad y el trabajo en equipo; además de cuidar la salud», agregó, manteniendo una sonrisa amable.
José Meolans explicó los puntos básicos que todo nadador tiene que tener en cuenta: un deslizamiento lo más hidrodinámico posible, la importancia de un buen empuje desde la pared durante la partida, el valor de la patada para lograr velocidad y, si se hacen piques cortos, tratar de no respirar en los primeros 12 metros. Cada explicación teórica se correspondía con el ejemplo en el agua de César Cielo, quien mostró su alto grado de experiencia y precisión en cada movimiento. También explicó cómo debe ser la partida desde afuera del agua: tirarse de cabeza buscando la mayor distancia posible y mantener los brazos apuntando hacia el agua (nunca hacia arriba). Luego de las palabras vino por fin el agua, y todos los chicos comenzaron a nadar siguiendo las indicaciones del campeón e imitando los movimientos de César.
El mediodía estaba cerca y el calor obligaba al público a buscar un poco de sombra o a acercarse al borde de la pileta para mojarse con el agua -muy fría- que salpicaban los nadadores. Tanto calor hacía, que hasta un perro negro que estaba en el predio se tiró a refrescarse y nadó junto a los chicos. Provocó risas y aplausos.
Luego de una hora, ambos campeones -que nadaron juntos alguna vez en Brasil- se batieron a un divertido duelo en 25 metros. El resultado: empate técnico y un aplauso multitudinario que duró varios minutos.
Al finalizar el evento, tanto José Meolans como César Cielo estuvieron un largo rato sacándose fotos con los jóvenes nadadores y con los vecinos. Firmaron gorras, remeras, libros y mantuvieron intacta la sonrisa y la paciencia.
Meolans y Cielo nadaron juntos.
En una charla con POR EL PAÍS, la entrenadora Noelia Petti, quien fue mamá hace un año, nos explicó que el deporte es una actividad fundamental para la sociedad. «Tener una pileta municipal donde se puedan organizar torneos y enseñar es muy bueno. Es positivo que los chicos estén acá y poder darles un lugar», afirma.
Con relación a su actualidad como nadadora, comenta que está volviendo a entrenar de a poco -lo hace cuatro veces por semana- y que en breve realizará una gira de tres carreras por la Patagonia y dará algunas charlas. Sobre la situación de la natación en la Provincia, opinó que: «La natación está en crecimiento, hay muchos chicos con un gran potencial. Tener más estructura es fundamental: se necesitan piletas accesibles para todos; lo ideal sería tener algunas de 50 metros».
El natatorio estará destinado a brindar clases de natación a los chicos de las escuelas públicas del distrito; se trabajará con personas que necesiten tratamientos de rehabilitación y los adultos mayores que integren centros de jubilados podrán disfrutar de actividades recreativas acuáticas.
El natatorio está ubicado en la calle 25 de Mayo entre Quiroga y Rocha, Ministro Rivadavia, y cuenta con tres piletas: una de 12 por 25 metros y una profundidad de 1,55 metros. Otra, destinada al aprendizaje y para el uso de los adultos, de 12 por 6 metros y una profundidad de 1,05 metros; y otra para niños que mide 6 por 3 metros. El próximo paso es la climatización para poder utilizarla en invierno.