Las personas a cargo de millonarios negocios inmobiliarios no frenan sus ambiciones ni siquiera sabiendo que causan daños ambientales, inundaciones y destrucción de los humedales. Y esto se repite a lo largo y ancho de del país.
En el partido bonaerense de Berazategui comenzaron a levantar un muro de un kilómetro de largo, cuatro metros de alto y ocho de profundidad, en torno a un desarrollo inmobiliario de barrios cerrados. Esto es un riesgo para una vasta zona de humedales y un sector de una selva única en su tipo, por lo que ambientalistas presentaron una cautelar que frenó la obra, aunque aseguran que persiste un daño ecológico importante y riesgo de inundaciones.
La controversia entre la empresa constructora y los ambientalistas agrupados en el Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente, surge en el marco de la falta de una ley de protección de humedales, cuyo proyecto no fue tratado en el Senado de la Nación y corre riesgo de perder estado parlamentario.
El inicio de la obra es en la calle 63 y se extiende a la calle 53 en la localidad de Hudson, una zona en la que se despliega la llamada selva marginal única en su tipo por su amplia biodiversidad y porque alberga a más de 250 especies de aves. Está protegida por leyes provinciales y nacionales.
Los ambientalistas sostienen que la construcción del murallón impide que el río tome contacto con los humedales, que funcionan como contención ante eventuales crecidas, por lo que el agua podría llegar más rápido a las zonas urbanas, tal como ocurre en otras sectores de la provincia como en Luján, donde las inundaciones son recurrentes.
La opinión de Ernesto Salgado
«El muro funciona como un dique e impide que el agua acumulada en las zonas urbanas desagüe en el río, lo que también generaría inundaciones», dijo Ernesto Salgado, presidente del Foro, y agregó que: «El murallón debe derrumbarse porque causa un daño ecológico en una zona protegida. El proyecto es extenderlo hasta la avenida 14 y hacer un camino vial costero, tal como sucede en otros municipios que fueron destruyendo sus costas por un negocio inmobiliario«.
La controversia que lleva mas de un año forzó a que se convocara a una audiencia pública no vinculante, el 19 de octubre pasado, en la que la empresa y los ambientalistas expusieron sus argumentos en el marco de una medida cautelar dictada por el juez en lo contencioso administrativo de La Plata Luis Arias.
El magistrado ordenó el cese de la construcción del murallón hasta tanto no se realice un estudio de impacto ambiental que debería estar a cargo del Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS) con la participación de otros estamentos del gobierno provincial.
El juez Arias explica que «en la Argentina a los humedales se los trata muy mal, cuando el mundo entero los protege. En Ensenada obligamos a la provincia, en el caso de un relleno sanitario, a protegerlos y así evitamos una inundación como la que sucedió en La Plata. Cuando se autorizan emprendimientos urbanísticos hay que tener en cuenta el impacto ambiental, porque la especulación inmobiliaria construye donde no se puede».
Arias destacó que como la de Berazategui «hay muchas causas abiertas con rellenos sanitarios, basurales a cielo abierto en La Plata, Quilmes en el que está afectado el ambiente» y destacó que realizar un estudio de impacto ambiental es muy costoso porque las medidas de prueba tienen que ser muy contundentes.
Indicó que en general «la presión de las inmobiliarias es enorme, necesitan de la autorización de los ejecutivos municipales y de los Concejos Deliberantes y conforman una asociación con funcionarios locales para hacer lobby, ya que el negocio es enorme. Ellos compran una hectárea a 30.000 dólares y luego de haber obtenido el cambio de zonificación en los municipios cada lote se puede vender a 70.000 dólares, son los negocios más fabulosos que hay, por lo que el poder de lobby que tienen es muy importante y muchos funcionarios locales resultan cómplices de esto», destacó el magistrado».
Para Salgado, «se está produciendo una ruptura que provocará la desaparición del ecosistema ya que lo que se persigue es crear las mejores condiciones para que avancen los emprendimientos inmobiliarios» y destacó que la obra se intenta mostrar a los vecinos de Berazategui como un paseo público y una expresión de modernidad.
Mientras tanto, el municipio de Berazategui no dio una respuesta frente a las reiterados requerimientos de esta agencia.