Desde este verano la tradicional elección de la Reina del Turismo que realizan en Gualeguaychú será reemplazada por la elección de dos «Representantes Culturales de la Ciudad»: un avance importante en los valores de la sociedad.
La consigna es reconocer a dos ciudadanos o ciudadanas de Gualeguaychú que se destaquen por su trayectoria, por su sensibilidad social, por su cultura general y por el conocimiento de la ciudad, ya sea que desarrollen actividades deportivas, artísticas o solidarias.
Tampoco se elegirá reina en los corsos populares: a partir de 2017 en lugar de realizar la histórica elección de la reina, se entregará el «Premio Rony» a la mujer u hombre que tengan la mayor actitud alegre y carnavalera.
Las autoridades de Gualeguaychu explican que «la histórica elección de la Reina de Turismo es un atractivo convertido en tradición en nuestra ciudad. En este evento se elige, bajo ciertos criterios estéticos, a una representante turística de la ciudad. Nuestro presente tiene entre sus conflictos más agudos la violencia contra la mujer, simbólica y física, cuestión que obliga a revisar nuestras prácticas, criterios y costumbres asociadas al modelo de mujer que representan».
Así lo han entendido también otras localidades de nuestro país: Villa La Angostura, Chivilcoy, Villa Gesell y Junín tampoco van a elegir a una reina en sus festivales.
Desde la página web del gobierno de Gualeguaychú explican que «este replanteo resulta indispensable porque es desde las representaciones que construimos nuestras prácticas, las formas de relación cotidiana, la ponderación sobre el otro, sobre la diferencia, sobre la igualdad, que sostenemos y reproducimos día a día».
Asimismo, cabe destacar que presentar al cuerpo de la mujer como principal atracción en concursos de belleza, elecciones de reinas y princesas resulta una práctica extendida y naturalizada como estrategia de promoción turística que, además, colisiona con la letra de la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres, que define a la violencia simbólica como “la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
Fuente: http://www.gualeguaychu.gov.ar/