El nadador argentino Guillermo Bértola finalizó sexto entre cincuenta competidores, en la última fecha de la Copa del Mundo de aguas abiertas, disputada en Hong Kong. En mayo del 2016 se zambullirá en la maratón acuática de Portugal, donde se definirán las últimas plazas vacantes para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En una charla con Por el País, Guillermo afirmó: «Estoy muy contento con el resultado, me sentí muy bien; quizás un poco cansado por el cambio de horario y la comida que allí no era muy buena -dice entre risas-, pero en la carrera eso no se noto». Eso quedó demostrado el 17 de octubre: nadó diez kilómetros en 1 hora, 56 minutos y 13 segundos y quedó a sólo seis segundos del vencedor, el alemán Christian Reichert. El número uno del país, representante del club Belgrano de Córdoba, tuvo la mejor performance del año en esta carrera.
Guillrmo entrena ocho horas por día: se levanta a las siete de la mañana para su primer turno, lo repite por la tarde y le agrega un par de horas en el gimnasio. Gracias a esa base, Beétola quedó en el podio sudamericano detrás del brasileño Allan Do Carmo y a tan sólo 1 segundo del ecuatoriano Esteban Enderica Salgado, pero por delante del brasileño Diogo Villarinho, que salió décimo, y el ecuatoriano Iván Endenico en el puesto décimo tercero.
A la hora de hablar de las diferencias entre la natación convencional y las competencias de aguas abiertas, Guillermo asegura que son deportes diferentes: “En pileta el rival es uno mismo, en aguas abiertas no hay parámetros de tiempos fijos. Influyen las condiciones climáticas y los rivales, con los que hay roces constantes. Se busca más una posición, como por ejemplo estar entre los diez mejores, y no tanto una marca de tiempo”, destaca Bertola, y agrega que «hay muchísimo de juego sucio en las aguas abiertas. Algunos golpes no son a propósito, pero en el giro en las boyas la verdad es que hay muchos roces. Yo he terminado carreras con ojos morados o con cortes en la cara. Acostumbrarse al contacto es algo estratégico para la carrera”.
Con los puntos obtenidos confirma su condición de mejor nadador de aguas abiertas del país según el ranking FINA, y que abre sus expectativas para clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en el selectivo que se realizará en mayo de ese año.
“Mi sueño es estar en los juegos olímpicos de Río en 2016″, comentaba este nadador cordobés un año atrás. Hoy, a un paso de lograr ese sueño, dice que va a dejar todo para llegar de la mejor manera posible a la clasificación por los juegos olímpicos. Un desafío para el que está preparado.