Unas 600 escuelas de comunidades rurales de más de 50 países de todos los continentes celebraron el domingo 28 de octubre el Encuentro Global de Fútbol Comunitario y realizaron un partido de fútbol para festejar la concreción de un proyecto colectivo, como la construcción de un camino o la realización de una huerta.
El Encuentro Global de Futbol Comunitario es una experiencia que se realiza desde 2009 con el objetivo de fomentar el trabajo en equipo.
La propuesta es impulsada por la Red de Comunidades Rurales y consiste en lo siguiente: la comunidad educativa se reúne y plantea un objetivo (hacer una biblioteca, una huerta, un camino de acceso, charlas de educación sexual, etc), fija un tiempo de realización y una vez concluido, lo celebra el último viernes de octubre con un partido de fútbol.
«El partido es la excusa y como el fútbol es un lenguaje universal pudimos llegar a los cinco continentes», afirmó Patricio Sutton, responsable de la Red Comunidades Rurales y mencionó a Malasia, Angola, Kenia, México, Arabia Saudita, India, Portugal, Polonia, Honduras y Chile como algunos de los más de 50 países que participaron, además de una escuela de la Antártida Argentina.
«Hicimos un cerco perimetral en la escuela para evitar que los chicos se acerquen a la ruta; también pintamos los juegos, arreglamos la tranquera y armamos canteros para cultivar frutos de estación», contó a Télam Claudia Costilla, maestra de la Escuela Rural N°11 Pioneros Fueguinos de Tierra del Fuego.
Pioneros Fueguinos está a 55 kilómetros de Río Grande, sobre la ruta 3: «Para los chicos y los maestros somos el único contacto por fuera de su comunidad que ven en el día. El afecto y respeto que nos tienen es muy grande y nosotros a ellos. En estos lugares el trato uno a uno genera otros vínculos», contó Claudia, quien llegó a Tierra del Fuego desde su Tucumán natal hace ya más de dos décadas.
¿Cómo nació el Encuentro?
«Veíamos que existía la problemática de que los padres y madres no se acercaban a las escuelas, y esto pasa en la ciudad pero también en el campo, porque trabajan todo el día. Por otra parte, cada vez que íbamos a una escuela veíamos cómo niñas y niños jugaban a la pelota en los recreos», recordó Patricio Sutton, quien junto a otras personas que habían trabajado en zonas rurales crearon hace más de diez años la Red de Comunidades Rurales.
«Un día hablando con la directora de una escuela en la Selva Acambuco, en Salta, le preguntamos cuándo venían los padres y nos respondió que para los actos y para cuando se armaban alguna competencia con otras escuelas. Entonces, se nos ocurrió proponer un partido de fútbol para celebrar algún proyecto que la comunidad proponga».
La propuesta se expandió rápidamente en el país y fue cruzando fronteras, tantas que llegó a los cinco continentes: en Angola el año pasado celebraron el desarme de las orugas de los tanques de guerra y su uso para arar la tierra. En El Rosal, un paraje de Salta, las familias construyeron durante dos años un camino para que pase la ambulancia.
La historia de cada escuela rural, así como sus problemáticas, está ligada íntimamente al entorno: la construcción de una comunidad educativa y la integración de la familia a la escuela genera un potencial enorme no sólo para el aprendizaje del chico, sino para todo el pueblo.
«El objetivo de estas acciones es despertar la inteligencia comunitaria. Que cada poblado conozca la capacidad de autogestión que tiene si todos trabajan por un mismo fin. Ese es un camino que una vez que una comunidad emprende no tiene vuelta atrás», explica Sutton.
El equipo de Por el País felicita a los organizadores y a todos los que participaron.
Fuente: Télam.