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Según un estudio el 56% de los argentinos tiene un antepasado indígena

Expertos de la Universidad de Buenos Aires realizaron un mapa genético de Argentina y revelaron que el 56 por ciento de los argentinos tienen un linaje parcial o totalmente indígena; el resto de la población es de origen mayoritariamente europeo. 

Así lo determinó un estudio realizado en 2014 por el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Buenos Aires, a partir del análisis de casos en once provincias. “Lo que queda al descubierto es que no somos tan europeos como creemos ser”, dice Daniel Corach, director del Servicio y profesor en la cátedra de Genética y Biología Molecular e investigador del Conicet.

El método partió de un avance científico: desde hace unos años se sabe que parte de la historia queda registrada en el material genético que acarrean los humanos. Y tal novedad permite reconstruir el famoso “de dónde venimos” de la humanidad.

En una segunda etapa junto a Andrea Sala, investigadora del Conicet, y Miguel Marino, becario de esa institución, analizaron comunidades aborígenes puras.

A partir de 1992, y tomando muestras de ADN al azar de un total de doce mil personas, los científicos pudieron ir tirando del hilo de la madeja de los genes para reconstruir la historia de la población que vive en nuestro país. Querían saber cuánto había aportado la población indígena en la formación de la actual Argentina. Ahora, con el estudio terminado, parece que fue mucho.

El análisis implicó leer los códigos inscriptos en el ADN mitocondrial que aportan todas las madres, y en el cromosoma Y que sólo tienen los hombres y que les legan los padres. Y, que al no combinarse durante la unión para crear un nuevo ser, permanecen inalterables en las distintas generaciones.

Los investigadores argentinos a cargo del estudio partieron de un método que se usa desde los años 90 y se reduce al núcleo de una célula y a las mitocondrias, dos sitios donde se encuentran moléculas de ADN.

En la larga hilera de combinaciones que forman al Cromosoma Y, hay un marcador conocido con siglas y números: DYS199. En el caso de los amerindios, aparece una característica típica que portan todos los miembros de esa comunidad y que se verificó en gran parte de los hombres argentinos. Pero esa característica genética no necesariamente se manifiesta con algún rasgo físico visible. “De ahí que se haya podido sostener tanto tiempo la creencia de que la mayoría de la población argentina es de origen europeo”, dice Corach.

“Se cree que las dos grandes matanzas de población indígena terminaron con 30 mil personas. Se supone que había más población. Seguramente lo que sucedió es que ellos tuvieron descendencia que está presente todavía. Creo que se sobreestima el componente europeo”.
Fuente: http://cronicasinmal.blogspot.com.ar