Se aprobó la ley provincial para que formen parte de la Nación. Junto con el Parque Provincial Iberá serán el Parque Ecoturístico Iberá.
Los Esteros del Iberá será un Parque Nacional. La sanción de esta ley provincial representa un paso esencial en el proceso de creación del Parque Nacional Iberá, el segundo humedal más grande del mundo.
Para concretarse el Estado Nacional deberá aceptar las tierras cedidas por medio de una nueva ley que se debatirá en las dos cámaras del Congreso Nacional.
La zona de los Esteros del Iberá es un extenso humedal que abarca entre 15.000 y 25.000 kilómetros cuadrados de la provincia de Corrientes. Solo es superado en extensión por el Pantanal (brasileño, boliviano y paraguayo) con el cual forman el segundo humedal más grande del mundo, parte de un sistema hidrográfico de cerca de 1.300.000 hectáreas en el que se desarrolla un ecosistema subtropical y tropical de grandísima diversidad.
Estas 155.000 hectáreas fueron adquiridas por el fallecido Douglas Tompkins. En diciembre pasado, Kristine Mcdivitt, continuando la obra de su esposo, anunció la voluntad de donar estas tierras para el uso público y resguardo del ecosistema Esteros del Iberá, en el marco de la Ley 22.351 de Parques Nacionales.
La región del Iberá es un gran potencial para el desarrollo de una economía local basada en el uso racional de los recursos naturales y el turismo. Los Esteros albergan una enorme diversidad de vida silvestre, incluyendo especies con un frágil estado de conservación como el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el aguará guazú y una amplia variedad de aves.
Misterios sobre su nombre
La palabra Iberá está formada por dos vocablos de la lengua guaraní: «i», que significa agua, y ¨berá¨, que significa brillante. En la traducción al castellano expresa ¨el agua que resplandece o brilla¨, nombre que supuestamente le dieron sus originales pobladores guaraníes al observar el brillo chispeante de su superficie.
Existe sin embargo cierta objeción sobre este origen de la denominación, porque entre los pobladores perdura aún la creencia de que el nombre se debe a la heroica princesa Iberá, la hija del cacique guaraní que se sumergió en los esteros para proteger la dignidad de su cultura.
En realidad este nombre ha ido evolucionando con el devenir del tiempo, ya que existen registros que identifican originalmente al sitio como Esteros de Cará Cará, debido a que en este lugar vivían los aborígenes emigrados de la Misión de Santa Ana por crímenes cometidos, se los conocía por “Caracará”, nombre dado también a un ave de rapiña carroñera: el “carancho”.
Fotos: Fernando Sánchez Checa