Dos científicos dieron la vuelta al mundo en un avión solar

Los aventureros y científicos suizos Bertrand Piccard y André Borschberg, de 58 y 63 años,  lograron dar la vuelta al mundo en un avión propulsado por energía solar sin emisiones de combustibles o contaminantes, con el objetivo de concienciar sobre el uso de las energías renovables: el «Solar Impulse 2» despegó hace más de un año de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, para realizar la vuelta al mundo en varias etapas. «Prometimos que regresaríamos», dijo Piccard tras el aterrizaje.

El tiempo total de vuelo fue de 510 horas, durante las que recorrió más de 40.000 kilómetros.

El avión está hecho de fibras de carbono y mide 22 metros de largo. Funciona únicamente con energía solar y cuenta con más de 17.000 células solares, cuatro hélices y baterías. 

La travesía comenzó el 9 de marzo de 2015 cuando Borschberg despegó a bordo del avión desde Abu Dabhi rumbo a Muscat (Omán) en su primer tramo y tras 13 horas completó la primera etapa.
A finales de mayo de ese mismo año, el avión había atravesado Asia y realizó una parada en Japón antes de sobrevolar el Océano Pacífico.

Comenzó el vuelo de Japón a Hawai el 28 de junio del año pasado y el 3 de julio estableció un nuevo récord al realizar el vuelo más largo propulsado mediante energía solar tanto en tiempo (117 horas, 52 minutos) como en distancia (7.212 kilómetros), y la duración del vuelo también estableció un nuevo récord para vuelos en solitario, para cualquier avión. Luego el aparato fue inmovilizado durante varios meses para reparar las baterías, dañadas durante la última etapa a través del Pacífico.

El 21 de abril de este año, la aeronave despegó de Hawái y aterrizó en San Francisco el 24 de abril, completando la novena etapa de su vuelta alrededor del mundo. El 2 de mayo de este año, el Solar Impulse 2 retomó su vuelta al mundo despegando a la mañana de San Francisco, en California, con destino a Phoenix, en Arizona, en el suroeste de Estados Unidos donde aterrizó luego de 16 horas.

En la última etapa, el avión despegó de El Cairo. Estaba previsto que la última etapa del viaje comenzara un poco antes, pero las malas condiciones meteorológicas en la capital egipcia y una indigestión sufrida por Piccard obligaron a retrasar el vuelo. El equipo calificó la última de 17 etapas como la más difícil, ya que además de varias zonas de prohibición de vuelo, las malas condiciones meteorológicas complican atravesar el espacio aéreo en Cercano Oriente.

El avión puede volar durante el día propulsado por las celdas solares que cubren sus alas, a la vez que carga las baterías que le permiten mantenerse en el aire durante la noche, lo que le da una autonomía casi ilimitada.

El proyecto empezó en el año 2005 con un costo previsto aproximado de 90 millones de dólares, y en un primer momento experimentó problemas por falta de financiación.
Los primeros vuelos de prueba se realizaron en 2009 con el prototipo denominado Solar Impulse HB-SIA, llevando a cabo posteriormente vuelos de demostración por Europa, Marruecos y Estados Unidos.