«Final feliz para una historia trágica», dicen desde Organización Sin Zoo cuando se refieren a la noticia del cierre del zoológico porteño y la promesa de la apertura de un parque ecológico. Esta ONG, igual que miles de personas e instituciones, pide hace muchos años la liberación de los 2100 animales que pasan sus horas detrás de las rejas, lejos de su hábitat natural, muriendo por diversas causas y padeciendo el estrés que supone la esclavitud.
Hay al menos quince denuncias contra la administración del Zoo: en los últimos siete años murieron al menos 200 animales de distintas especies, todos por falta de cuidado. En el verano del 2012 el oso polar murió por no soportar el calor. Además del deplorable estado edilicio de las instalaciones (muchas de ellas edificios históricos que además ponen en riesgo la seguridad de los visitantes), los trabajadores denunciaron el abandono de comederos y otras estructuras.
Por eso es que detrás de está noticia feliz por el cierre del zoo hay preocupación por no saber con certeza de qué forma van a trasladar a los animales, cómo y a qué lugar los llevarán. Recordemos que en 2014 una jirafa que había sido trasladada desde Buenos Aires murió al llegar al zoológico de Bubalcó en Río Negro. Si bien las autoridades no precisaron con exactitud los motivos del deceso, organizaciones protectoras estiman que el largo viaje, presuntamente en condiciones inapropiadas y los ruidos en el lugar de destino, terminaron matando al animal.
Hay once animales que se encuentran en situación crítica y es posible que no puedan ser trasladados: un león cría macho que tiene hipotiroidismo congénito, un yaguareté y un aguará guazú, un cóndor con el pico y una pata con prótesis, un zorrino y un camello, entre otros.
El anuncio
El gobierno anunció que «se irá reduciendo de forma paulatina la presencia permanente de animales». Aparentemente, los 2100 animales comenzarían a ser trasladados en las próximas semanas a santuarios y reservas de todo el país y del exterior, según anunciara Andrés Freire, ministro de Modernización, Innovación y Tecnología.
El anuncio se realizó luego de varios meses de evaluación de la situación por parte de la Comisión Técnico Ambiental para la Transformación del Zoológico de Buenos Aires, conformada por dependencias públicas pero también por ONG como la Fundación Banco de Bosques, Fundación Naturaleza para el Futuro y el Instituto Jane Goodall.
El concurso para realizar el parque ecológico se abrirá en un mes y está destinado a paisajistas y urbanistas de todo el mundo; el ganador recibirá un premio en dinero que aún no está estipulado, así como tampoco fue anunciado el presupuesto que se destinará para las remodelaciones que hagan falta en el complejo.
Según explicaron, el zoológico será reconvertido en un parque ecológico destinado a la educación ambiental, sin la presencia de animales que habiten en forma permanente. Esa es la promesa, esperamos que así sea.