La provincia de Neuquén solicitó que se postule al Parque Arqueológico Colomichicó ante la Organización de Estados Americanos para la Educación y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Mundial de la Humanidad. La idea es que el Parque sea incluido en una “lista tentativa de Argentina” que maneja la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco (CONAPLU), organismo encargado de gestionar la propuesta.
El Parque Arqueológico Colomichicó tiene una extensión de 76 hectáreas. Se encuentra en el Departamento Minas, en el Corredor Neuquén Norte. Está ubicado a 520 kilómetros de la ciudad de Neuquén, a unos 2000 metros de altura sobre el nivel del mar, en el faldeo occidental de la Cordillera del Viento. Se accede al parque a través de la Ruta Provincial Nº 43 y luego por la Ruta Provincial Nº 39, ambas de ripio consolidado.
Se calcula que los grabados que allí se encuentran pertenecen a la cultura Pehuenche, cuya antigüedad es de 1500 años.
Este Parque es uno de los más importantes yacimientos de arte rupestre de Patagonia y América. Tiene alrededor de 2800 petroglifos (diseños simbólicos grabados en rocas, realizados desgastando su capa superficial) sobre más de 800 bloques, cuya antigüedad sería de 1500 años. Los petroglifos de Colomichicó son muy variados, con puntos y líneas rectas, onduladas, quebradas, poligonales, circulares, angulosas y romboidales. El estilo predominante es el llamado “estilo de paralelas”. La posición de los bloques se debe a un proceso natural y cuentan con una antigüedad de 62 millones de años. Los mismos están compuestos por diorita.
El Parque tiene 76 hectáreas y el acceso al mismo se realiza por un sendero señalizado de 6 kilómetros de extensión.
El ministro de Producción y Turismo, José Brillo, destacó: “Se trata de un sitio de los más importantes de la Patagonia y del país desde el punto de vista arqueológico. Tiene reconocimiento internacional por su valor estético y posee suma importancia histórica, paisajística y geológica”.
Historia geológica de las rocas
La historia de la región comenzó hace 250 millones de años, momento en que se produjeron grandes erupciones volcánicas cataclismicas que formaron las rocas sobre las cuales están hoy apoyados los bloques. Estas rocas, por sus características composicionales, se denominan riolitas (nombre griego que significa ríos de piedras). Al finalizar esta actividad volcánica de gran magnitud, a finales del Triásico y comienzos del Jurásico, hace 205 millones de años, la corteza terrestre se fracturó y se generaron zonas deprimidas que fueron ocupadas por el mar que invadió desde el oeste: el antiguo océano Pacífico. Este mar ocupaba gran parte de lo que hoy es el territorio de Neuquén, a excepción de la Cordillera del Viento, que permaneció elevada, formando una isla, dentro de ese mar que se retiró hace 100 millones de años.