La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada será a partir de ahora mucho más difícil gracias a la entrada en vigor del “Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto”, un innovador tratado internacional promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO.
La FAO es un organismo especializado de la ONU que dirige las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre
Este primer tratado internacional es dirigido específicamente a prevenir que los peces capturados ilegalmente a través de la pesca ingresen a puertos de todo el mundo.
La pesca ilegal agota las poblaciones de peces, destruye los hábitats marinos, distorsiona la competencia, perjudica injustamente a los pescadores legales y fragiliza a las comunidades costeras, especialmente en los países en desarrollo.
En conjunto, los 29 países y la Unión Europea que se han comprometido formalmente a través de sus instrumentos de adhesión al Acuerdo suponen más del 62 por ciento de las importaciones de pescado en todo el mundo, y el 49 por ciento de las exportaciones, por un total de más de 133 mil y 139 mil millones de dólares, respectivamente, en 2013.
Cada año, la pesca ilegal suma capturas de hasta 26 millones de toneladas, con un valor que llega a 23 mil millones de dólares. A la vez, socava los esfuerzos para garantizar la pesca sostenible y la gestión responsable de las poblaciones de peces en todo el mundo.
«Al negar a los pescadores sin escrúpulos un puerto seguro y acceso a los mercados, se conducirá a toda la industria pesquera hacia una mayor sostenibilidad y tendrá un importante efecto dominó a lo largo de toda la cadena de distribución», aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
Cómo funciona el tratado
«Las medidas del Estado rector del puerto» -la base de lo que pronto será un tratado activo- hacen referencia a las medidas adoptadas para detectar la pesca ilegal cuando los barcos llegan al puerto.
El nuevo tratado requiere que las partes designen puertos específicos para los buques extranjeros, lo que facilitará los controles. Estos barcos deben solicitar permiso con antelación para entrar en los puertos, y proporcionar información a las autoridades locales -incluyendo la relativa al pescado que llevan a bordo-, y permitir la inspección de su libro de registro, licencias, artes de pesca y la carga real, entre otros aspectos.
Es importante destacar que el Acuerdo insta a los países a denegar la entrada o inspeccionar los buques que se vean implicados en la pesca ilegal, y tomar las medidas necesarias. Para contar con mayor apoyo, incluye también la obligación de que las partes compartan información a nivel regional y mundial respecto a cualquier barco que se descubra está involucrado en la pesca ilegal.
Incluso los barcos que solo están repostando tendrán que cumplir con los requisitos de inspección.
Impedir que pescadores sin escrúpulos desembarquen su cargamento obtenido de forma ilícita, hace que sea mucho más difícil que este tipo de capturas entre en los mercados nacionales e internacionales.
Los siguientes Estados y organizaciones de integración económica regional forman parte del Acuerdo: Australia, Barbados, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominica, Unión Europea -Organización Miembro-, Gabón, Guinea Bissau, Guyana, Islandia, Mauricio, Mozambique, Myanmar, Nueva Zelanda, Noruega, Omán, Palau, República de Corea, Saint Kitts y Nevis, Seychelles, Somalia, Sudáfrica, Sri Lanka, Sudán, Tailandia, Tonga, Estados Unidos de América, Uruguay y Vanuatu.
Pesca ilegal del calamar incautada a barco chino en aguas argentinas
Fuente FAO/AAPN
* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la IUCN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP –