Las intensas inundaciones que siguen castigando sin dar tregua a las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa, Córdoba y Santa Fe, tienen hoy como eje en materia sanitaria la prevención de las picaduras de animales ponzoñosos como serpientes y culebras o roedores. Por tal motivo, proveen de antibióticos y sueros antiofídicos a los más de 20 mil pobladores inundados que viven en zonas donde hoy, para llegar, hay que ir en tractor o caballo por su difícil acceso.
La mayoría de los inundados son de la provincia de Entre Ríos, pero se suman los pobladores ribereños que hace cuatro meses no pueden volver a sus casas situadas cerca de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay.
Jorge San Juan, el director nacional de Epidemiología, aclaró que pueden surgir enfermedades como la leptospirosis o las mordeduras de animales ponzoñosos, y para eso se están enviando sueros antiponzoñosos, antibióticos para casos de leptospirosis y pastillas potabilizadoras de agua.
En Corrientes, que tiene unos 5 mil afectados, los equipos sanitarios llevan medicamentos en tractores y caballos a los parajes rurales inundados y a zonas de difícil acceso, ya que o los pobladores se niegan a abandonar sus casas o no pueden acercarse a un centro sanitario por estar cercados por el agua.
En Córdoba, el pequeño pueblo de Pozo del Molle, de unos 6000 habitantes, sufre desde hace meses las inundaciones que se agravaron en los últimos días con las lluvias. El intendente Carlos Selvático afirmó que «el pueblo está pasando uno de los peores momento de su historia. El pueblo se hunde por el agua», y agregó que el daño mayor «lo ocasionan los productores con la construcción de canales clandestinos en los poblados de los alrededores».
Formosa es una provincia que sufre hace cuatro meses las inundaciones: primero con la crecida del Paraguay y ahora con lluvias localizadas. Aquí se realizaron más de 6500 atenciones médicas a las personas que se encuentran en los centros asistenciales de la ciudad capital y la fronteriza Clorinda.
El intendente de Santa Fe, José Corral, sostuvo hoy que en la ciudad se vive una situación compleja e inédita, ya que a la crecida del río Paraná -que ya lleva cuatro meses- se le sumó en los últimos días un repunte del río Salado y las fuertes lluvias de abril, por lo cual hay más de 200 familias evacuadas. En lo que va del año han precipitado 700 milímetros en la ciudad y 200 sólo en lo que va de abril.
En Entre Ríos más de 12 mil personas resultaron afectadas por las fuertes precipitaciones que provocaron el desborde de ríos y arroyos, desbarracamiento de los sectores costeros, el aislamiento de numerosas localidades y el colapso de los sistemas cloacales y otros servicios.
La intensidad de las lluvias, que en el caso de San José Feliciano, por ejemplo, llegó a casi 800 milímetros en menos de una semana, provocó el anegamiento de la casi totalidad de las viviendas de esa localidad situada cerca del límite con Corrientes.
Fotos: Télam y El Litoral