La comunidad originaria de Lagunillas del Farallón, ubicada en plena puna jujeña, realizó la última esquila de vicuñas silvestres del año en la provincia, que arrancó en octubre y terminó en diciembre. Obtuvieron -nuevamente- una cantidad récord de la fibra: 42,140 kilos.
“Este año ha resultado muy positivo en cuanto a las actividades desarrolladas en el marco del plan provincial de conservación y manejo sustentable de la vicuña, ya que en la última esquila se ha obtenido una cantidad récord para una chaku» (proceso que contempla la captura y el arreo del animal en silvestría), dijo la secretaria de Gestión Ambiental de Jujuy, María Elina Domínguez.
Las comunidades originarias que trabajan con las vicuñas en silvestría realizan el arreo, captura, esquila y liberación de los ejemplares. En jurisdicción de la localidad de Lagunillas del Farallón, en la denominada zona de amortiguación que está próxima a la reserva provincial alto andina de La Chinchilla, en el departamento Rinconada, fueron capturados 232 ejemplares, entre ellos 177 adultos y 55 tekes o crías; 88 machos y 144 hembras, aunque de ese total solo fueron esquilados 152 adultos.
«Los machos son lo que tienen el vellón más largo, a diferencia de las hembras que lo tienen corto. Normalmente para la esquila se tiene en cuenta el largo del pelaje (que no sea menor a 3 centímetros), el peso, que no sean pequeños y que las hembras no estén preñadas”, explicó Domínguez.
Jujuy y Catamarca son las únicas provincias del país en donde está aprobado el aprovechamiento de la vicuña como lo establece la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Desde el estado provincial se realiza anualmente capacitación y tareas de monitoreo con uso de instrumentos indispensables para los relevamientos de animales y para la confección de mapas de los lugares tentativos a desarrollar el arreo de vicuñas.
«Hasta hace poco se trabajaba con las vicuñas obtenidas del criadero del INTA, y otras en semicautiverio de la cooperativa de Santa Catalina, pero la metodología ha venido cambiando y hoy por hoy casi todo el proceso que lleva a la esquila se lo hace de forma colectiva con todas las comunidades”, afirma la secretaria.
Se trabajó intensamente con las comunidades de Yavi, Jujuy, donde el año pasado se concretaron tres chaku, y este año se logró obtener en esa zona 74 kilos de fibra de vicuña.
“Se está recobrando la confianza en las comunidades originarias. Este año hubo una mayor demanda de capacitaciones lo que también se ha extendido al departamento Rinconada”, resaltó María.
Allí se realizó la primera esquila con la comunidad de Lagunillas del Farallón, a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, contándose con la colaboración de comunidades vecinas como Cusi Cusi; Paicone; Liviara; Casa Colorada; El Moreno; Yavi; Suripujio; Larcas; Inty Canchas; Quirquincho; Cholarcob; El Condor; Escobar Tres Cerritos; Corral Blanco y Cieneguilla Azul Casas.
Para el aprovechamiento de la fibra se han desarrollado experiencias en hilado a partir de un convenio con el INTI respondiendo a un pedido de las comunidades, mientras que del Instituto de Calidad de la provincia se obtuvo la certificación de origen.
Fuente: Télam