Cuando era pequeña en casa comíamos sano: las verduras nunca faltaban. Si esperábamos visitas mi mamá solía preparar alguna guarnición verde. Decía que «la verdura es el motor de la salud», siempre y cuando esté bien lavada. Nada de comidas procesadas, lo mejor sale de la tierra.
El jardín de casa tenía 45 metros de largo y la mitad estaba sembrado: tomates, lechuga, zapallo, ajo, ají y espinaca. Con mi abuela nos pasábamos las tardes removiendo tierra y regando. Ella creía que si se le hablaba a las plantas, crecían más fuertes. Nunca supe la causa, pero las verduras cada día salían más brillantes y sabrosas.
Por la tarde el sol caía del lado del limonero y lo teñía de naranja. Recuerdo que me quedaba mirando la espinaca y cómo cambiaba de color con los rayos de ese sol que comenzaba a esconderse.
Hoy comparto con ustedes una guarnición que inventé. Es sana, rica, económica y original: el Colchón de Espinacas. Cada uno puede agregarle o quitarle cosas a su gusto. La imaginación siempre es nuestra aliada en la cocina.
Para un colchón de 6 porciones se necesita:
- 2 plantas de espinaca
- 1 cebolla grande o 2 pequeñas
- 1 ají colorado
- 4 huevos
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Condimentos a elección (yo usé sal, cúrcuma, perejil y un poco de pimienta)
El primer paso es lavar bien la espinaca: lo que yo hago es llenar la bacha de la cocina con agua fría. Sumerjo la espinaca y le agrego media taza de vinagre. La dejo ahí por un rato, para matar algunas bacterias y sacarle suciedad. Luego la dejo escurrir.
Por otro lado, picar la cebolla y el ají en cubitos y colocarlos en una olla con apenas un poco de aceite de oliva. Rehogar y agregarle agua cada vez que le falta líquido. Condimentar a gusto.
Cuando está dorado (nunca quemado), apagar el fuego y reservar. Cortar la espinaca en trozos medianos (de 1 o 2 centímetros).
Colocarla en la olla y unificar bien con la cebolla y ají. Condimentar a gusto.
Agregar los huevos a la mezcla (si alguien tiene colesterol alto puede quitarle las yemas) y seguir revolviendo.
Colocar la mezcla en una fuente previamente aceitada (sólo un poco para que no se pegue la preparación). Aplastar con una espátula para darle la forma de colchón, y llevar a horno suave hasta que el huevo esté cocinado (15 minutos aproximadamente).
¡Listo!
Se puede servir para acompañar carnes, con ensaladas, milanesa o lo que más les guste. Es práctico para transportar y se puede comer fría o caliente.
Espero les guste. ¡Envíen sus comentarios!
Blanca Emilia.