Pirincho, el genio de Saladillo que inventó 14 helicópteros

Augusto Ulderico Cicaré es el primer inventor, diseñador y constructor de 14 modelos de helicópteros de América latina. “Me gustó desde chico la aviación. Siempre leía revistas especializadas y soñaba con subir a alguno de esos aparatos, y ver la tierra desde arriba”, comenta en 1967 a Oscar Fueyo álvarez, periodista de Aquí Saladillo.

Le dicen Pirincho, nació el 25 de mayo de 1937 y es el mayor de cinco hermanos. Vivía en Polvaredas, partido de Saladillo, Buenos Aires. Un pueblo de casas bajas con techos de chapa, calles de tierra escoltadas con árboles altos, y un club de fútbol propio: Club Atlético Pampero.

Corría el año 1943 y este niño de seis años jugaba con un ejemplar de la revista Mecánica Popular. Le impactó un artículo sobre helicópteros. A partir de ese momento nació en él una revelación y entusiasmo muy profundos.

Se pasaba los días jugando con aviones de plástico en las calles de tierra de ese pueblo tranquilo y silencioso, a toda hora, sin importar si lo iluminaba el sol, o la luna. Una tarde de junio, con once años cumplidos, Augusto salió del colegio apurado. Llegó a su casa, y construyó su primer motor de cuatro tiempos, con el que hizo funcionar un lavarropas. Por esa misma época, modificó un motor para que use gas, en lugar de nafta. También construyó todas las herramientas de su taller.

”En un principio no tenía herramientas ni maquinarias como para armar un helicóptero. Solo tenía un torno, y tuve que fabricarme la cepilladora, la agujereadora y todo lo demás. Como no tenía energía eléctrica tuve que construir un motor diesel. La gran compañía que tuve siempre, fue mi familia”, agrega Augusto, este inventor que fue un niño prodigio, y hoy es uno de los hombres mas reconocidos en el mundo por su invento.

Luego de la escuela primaria, abandona sus estudios y a los 15 años diseña un motor de 500 cm3 con árbol de levas a la cabeza, que tenía como destino una moto que pensaba construir. También diseña su caja de velocidad de cuatro marchas. Con el dinero de la venta del motor, comenzó a fabricar las primeras piezas de lo que era el sueño de su vida y su pasión, el helicóptero. Su primera y verdadera escuela es el taller de su padre y de sus tíos mecánicos y torneros rurales. Aprendió metiendo mano en las cosas, y su medio de expresión era el torno.

A los 18 años fabrica un motor diesel de dos tiempos, y lo usa en su taller para accionar su torno. El sistema de lubricación que hizo para este motor, le vale la obtención de una patente de invención en 1965. A los 21 años concreta su sueño: fabrica y vuela su primer helicóptero: el CICARÉ CH-1 creado con materiales e instrumentos caseros, con una rudimentaria tecnología agrícola. Ya para 1964, había construido y volado, con el apoyo de sus vecinos de Polvaredas y de la Fuerza Aérea Argentina, el CICARÉ CH-2.

cicareEn 1970 es distinguido como uno de los 10 jóvenes sobresalientes de la Argentina, y el Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, lo nombra Maestro Técnico. Nada menos que Juan Manuel Fangio, en 1960, le encarga el desarrollo de un motor, que sería instalado en automóviles DKW, utilizando por primera vez en la Argentina distribución por correas dentadas. “Cicaré es uno de esos raros hombres que, con su fórmula de sudor y talento, les sobra para desarrollar obras que proyectan a su patria” comentó Fangio.

Augusto no sólo se distingue por sus inventos, en todo el pueblo lo quieren mucho. Todo lo consiguió con esfuerzo y dedicación. “Es una persona sencilla, de gustos simples, y su único pasatiempo, cuando no está inventando, es viajar y conocer lugares nuevos” comenta una vecina. En 1972, desarrolla y fabrica una bomba recuperadora de aceite para los motores de automóviles de competición del equipo oficial de la General Motors.

Dos años después se casa con Isabel Ponce, y se muda a Saladillo, donde instala su taller, y tiene tres hijos, Fernando, Juan Manuel, y Alfonso, quienes heredaron la pasión por los helicópteros. Más tarde crea un simulador/entrenador para vuelos de helicópteros único en el mundo. Sus desarrollos han recibido el reconocimiento en congresos y exposiciones de aeronaves en Argentina, EE.UU, Brasil, Chile, Perú, Inglaterra, Australia, Alemania, Suiza, Canadá, Italia, Bélgica y España.

En 1993, junto con un grupo de amigos y vecinos de Saladillo, funda Industrias Cicaré Helicópteros S.A., y la calle por donde se accede lleva el nombre de su creador. Tiene 15 empleados y una capacidad para fabricar un simulador/entrenador de vuelos de helicópteros por mes.

Augusto Cicaré ha recibido innumerables premios, distinciones y reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional, pero uno de ellos se destaca: los ingenieron aeronáuticos le otorgaron la «Matrícula Honoraria de Ingeniero Aeronáutico y Espacial», a quien aparece en enciclopedias y manuales aeronáuticos internacionales sin haber pisado nunca una universidad.

En la actualidad Cicaré está desarrollando sus modelos CICARÉ CH-11C, y una versión mono y bi-plaza a turbina. «Después de haber concebido una idea original, siempre hay que esforzarse por llevar a la práctica un modelo que funcione, por más difícil que esto parezca. Nunca hay que quedarse sólo con la idea, esperando que alguien nos ayude antes de que nosotros mismos hayamos demostrado que nuestra idea funciona», asegura este inventor de helicópteros.

 

Fuente y foto: http://www.polvaredasba.com.ar/