Un grupo de vecinos de San Miguel del Monte, un pueblo de 24 mil habitantes ubicado a 110 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, iniciaron en junio una serie de controles sobre las aguas de la laguna, en una tarea coordinada junto con la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires. En la mira está la falta de acción del municipio local y el uso excesivo de agrotóxicos derivados de la actividad agropoecuaria.
La iniciativa de control comunal surgió luego de que tomaran conocimiento de que ese municipio no está implementando el “cianosemáforo”, un sistema obligatorio de advertencia ante la posible presencia de cianobacterias, organismos nocivos para la salud de quienes toman contacto con el agua de la laguna: de los bañistas, de los pescadores y del público en general, quienes en la mayoría de los casos desconocen el efecto negativo que pueden provocar en el organismo.
Desde el Municipio de San Miguel del Monte, a cargo de José Castro, hombre del PRO en ese pueblo, no hubo respuestas ante la requisitoria de los vecinos a pesar de que el Concejo Deliberante local sancionó una resolución en abril de 2022 en la cual insta a ejercer la función de control de las aguas. A pesar de eso, ningún área municipal tomó a cargo la tarea.
En Monte existe una Dirección de Medio Ambiente, pero no tomó a su cargo esa crucial tarea de prevención para advertirle al público sobre los posibles daños en la salud que pudieran provocar este tipo de bacterias, presente en exceso en cursos de agua de la región y que se produce en general por las condiciones climáticas -la sequía- y por exceso de fósforo en el agua, el alimento fundamental de la cianobacterias y uno de los insumos de los agrotóxicos usados en la fumigación de campos que rodean ese curso de agua, un perímetro semicircular de 15 kilómetros.
La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires recomienda la instalación de cartelería indicativa al respecto para advertir. San Miguel del Monte no lo colocó y los vecinos reclaman que el municipio lo haga.
El 15 de junio este grupo de vecinos autoconvocados presentó en la Dirección municipal de Medio Ambiente y en el Concejo Deliberante de San Miguel del Monte sendas notas donde se da a conocer la iniciativa y se solicita la instalación de un “cioanosemáforo” en la zona de la laguna. Al día de hoy no han recibido respuesta alguna.
«Los vecinos fuimos capacitados para poder tomar las muestras en diferentes puntos de nuestra laguna, a los fines de elevarlas a la consideración del órgano provincial, que es quien aconseja instalar un sistema de alerta, a modo de un semáforo, para advertir ante la potencial presencia de cianobacterias», explicó uno de los vecinos a este medio.
¿Qué son las cianobacterias?
De una tonalidad azul verdosa, las cianobacterias son microorganismos que se nutren de la materia orgánica alojada en el agua y realizan fotosíntesis. Las toxinas que liberan pueden provocar una amplia variedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, de los oídos y de los ojos. Según el Ministerio de Salud de la Nación, sus efectos más comunes en la salud son vómitos, diarrea, dolor de cabeza, debilitamiento muscular y alergias en la piel.
Las cianobacterias liberan cianotoxinas en las aguas y pueden producir infección gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, cutáneas, de los oídos y de los ojos. La diarrea, erupciones en la piel, dolor de oído, tos o irritación suelen ser los síntomas más comunes para quienes se sumerjan en cursos de agua contaminados de estas cianobacetrias. Por eso la dirección bonaerense recomienda no ingresar a aguas que presenten un color verdoso similar al que pudiera ocasionar una mancha de pintura, en aguas con mal olor o con manchas marrones.