Una rigurosa investigación se condensó en una novela gráfica que describe el horror de la última dictadura cívico-militar. Por Andrés Buisán.
La trama de la gran apuesta de Juan Carrá e Iñaki Echaverría aborda la Mega Causa ESMA Unificada o ESMA III. El libro utiliza la figura de un periodista que tiene que cubrir el juicio para contar, fundamentalmente a través de crónicas sobre el caso, la historia de la ESMA durante la última dictadura cívico militar.
El relato comienza con cavilaciones del periodista que permiten introducir información sobre las audiencias y termina con un breve paseo de él por el Parque de la Memoria el 30 de noviembre de 2017, un día después de la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5.
Esa trama se cuenta en 9 episodios que ficcionalizan distintas situaciones, como escenas en Comodoro Py, una entrevista con la fiscal Mercedes Soiza Reilly, quien escribe el prólogo, una visita que sirve para describir las peores salas de la ESMA con precisión y pequeñas narraciones de cuando funcionaba como centro clandestino de detención, que exhiben el horror con crudeza.
Estas partes numeradas se cierran con perfiles de víctimas que se centran en el momento de la desaparición y con citas testimoniales de la causa. Retratos de Rodolfo Walsh, la familia Dameri, la sobreviviente Elisa Tokar, la falsa noticia de muerte de Norma Arrostito son algunas de las historias que sirven para concluir los capítulos y que funcionan para mostrar la complejidad de las múltiples vejaciones y violaciones a los derechos humanos de la dictadura cívico militar. No solo el secuestro y desaparición, sino también la apropiación de bebés, el uso político de los militantes detenidos para el proyecto de Massera, las operaciones de prensa falsas y las infiltraciones. Estas microhistorias funcionan metonímicamente para mostrar el modo en que operaba el Grupo de Tareas 3.3.2 y todo lo sucedido en el centro clandestino de detención.
Al final del libro encontramos un apartado descriptivo sobre el predio de la ESMA y un Anexo que contiene recuadros con datos precisos de la causa. En el primero, se puede observar un plano general de la ESMA donde se señalan los lugares más significativos que conformaron el centro clandestino de detención, como los denominados Capucha, Capuchita o la Maternidad; de cada uno de ellos luego se reseña para qué se usaron. En el segundo, el Anexo, se comenta muy brevemente, por ejemplo, quiénes fueron los querellantes, la complicidad de la iglesia y quiénes fueron los juzgados y qué resolvió la justicia sobre cada uno de ellos, entre otros datos diversos que se vinculan con la trama.
Por otro lado, la narración se desarrolla en un formato que complementa palabras con imágenes. En la mayor parte de la novela encontramos diálogos del periodista con diferentes actores relacionados con la causa, aunque por momentos se recurre a la reflexión de aquel como una manera de introducir datos o describir lugares. Algunos cuadros están sobrecargados de palabras mientras que en otros estas ocupan apenas una línea. Esto muestra decisiones en cuanto al modo de combinar lo verbal con las imágenes que se traducen en modos de significar distintos.
Las ilustraciones son en lápiz, todas en blanco y negro, por lo que se imprime a la novela un tono gris que oscila entre hechos pasados y presentes, teñidos por lo negro del horror con manchas de luz blanca del juicio, que no termina de lucir aun con el logro de llegar al veredicto. Hay cuadros en los que se privilegia una perspectiva más abierta, que permite observar las situaciones ilustradas desde una cierta distancia, mientras que hay muchos otros que toman un plano más próximo que llega a cortar cuerpos u objetos, así como hay algunos que se focalizan en detalles. Una de las escenas ilustradas más desgarradoras es la secuencia sobre los vuelos de la muerte que empieza con el detalle del “pentotal” y sigue en planos cada vez más abiertos hasta llegar al último que cubre la página entera con el fondo blanco y un avión pequeño con una estela negra en el centro de la hoja.
La novela gráfica es una apuesta afortunada de los autores ya que permite reconstruir de manera metonímica, a través de una selección de casos y con el hilo de la cobertura periodística, los sucesos espantosos que tuvieron lugar en la ESMA durante la última dictadura cívico militar, así como aspectos del juicio ESMA III. Ofrece una gran cantidad de información para quienes conocen poco sobre lo que allí pasó, como para quienes buscan algunas precisiones. También puede ser de gran ayuda a los docentes como material didáctico para introducir el tema de la última dictadura cívico militar en el ámbito educativo, fundamentalmente en el nivel medio y espacios no formales.
Juan Carrá e Iñaki Echeverría afirman que la ESMA fue un centro clandestino de detención emblemático a nivel internacional, donde sucedieron las peores cosas durante la última dictadura cívico militar, desde nacimientos y apropiaciones de bebés, torturas y desaparición sistemática de personas en los llamados vuelos de la muerte. En este sentido, la novela gráfica que presentan es un aporte fundamental para la Memoria, la Verdad y la Justicia.
ESMA, de Juan Carrá e Iñaki Echeverría (Evaristo Editorial, 2019) 159 páginas.