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Autorizan por ley el uso sin control de agrotóxicos en Buenos Aires

El actual ministro de Agroindustria bonaerense y ex gerente de Monsanto, Leonardo Sarquís, habilitó el uso de agrotóxicos en todo el territorio: la resolución que entró en vigencia el 1 de enero autoriza la fumigación con agrotóxicos.

La resolución 246-MAGP-18 autoriza la fumigación de cultivos con agrotóxicos en toda la Provincia de Buenos Aires, legalizando la aplicación de estos venenos en lotes linderos a las ciudades, a zonas residenciales que se encuentran en el campo, y a poblaciones dispersas; sin especificar ningún tipo de distancia mínima entre la aplicación de los agroquímicos y las viviendas donde reside la población.

También autoriza a fumigar con agrotóxicos a las reservas naturales y a los márgenes de arroyos, ríos y lagos, de donde proviene el agua que muchas personas utilizan a diario para cocinar, lavar, y asearse. El único límite a la aplicación de agrotóxicos de acuerdo a la resolución es el horario escolar.

Contra esta norma se expresaron cientos de organizaciones y personalidades señalando que «busca promover el modelo de agronegocios basados en el uso indiscriminado de agrotóxicos, poniendo en riesgo no solo la salud de toda la población sino la afectación del medio ambiente y la soberanía alimentaria».

Uno de los aspectos que resaltan las ONG;s y personalidades es que quien tuvo a cargo la medida, el Ministro de Agroindustria de la provincia, Leonardo Sarquís, es uno de los Ceo de Monsanto, más precisamente exgerente de la división Semillas.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) junto a la Red de Abogados de Pueblos Fumigados y cientos de organizaciones le exigen la gobernadora María Eugenia Vidal que deje sin efecto la resolución 246-MAGP-18, emitida por el Ministerio de Agroindustria bonaerense.

También la norma debilita el control del Estado en la aplicación de agrotóxicos al delegar en los ingenieros agrónomos contratados por las empresas y los privados.

Aquí se puede leer la resolución: http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/r-ma-18-246.html

 

 

En un comunicado las organizaciones y universidades muestran su rechazo a la Resolución. Afirman que su contenido es contrario a la protección de la vida, la salud y la integridad física de las personas, al mismo tiempo que tiene consecuencias devastadoras para el ambiente. Los agrotóxicos contaminan la tierra, el aire y el suelo progresivamente.

 

Glifosato y cáncer

El laboratorio de Biogeoquímica y Química Ambiental de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), junto con el defensor del Pueblo bonaerense, realizaron un relevamiento sobre la utilización de agroquímicos en la Provincia. Para eso se obtuvieron muestras de suelos y aire colectados a lo largo del territorio. El estudio confirmó que los plaguicidas aplicados en el campo llegan a las ciudades vecinas, especialmente en verano, cuando las fumigaciones son más frecuentes.

La relación entre los pesticidas usados en el campo y la proliferación de casos de cáncer fue documentada en el informe «Valoración de la exposición a plaguicidas en cultivos extensivos de la Argentina y su potencial impacto sobre la salud», financiado por el Ministerio de Salud en el año 2014.

El mismo estudio probó que el comercio de productos fitosanitarios –plaguicidas y fertilizantes– aumentó un 48,7% entre 2002 y 2008. Ese año, se comercializó un total de 225 millones de litros de estos químicos, de los cuales cerca de un 75% fueron herbicidas.

Las empresas comercializadoras de este tipo de productos (Monsanto, Syngenta, Dow AgroSciences, Bayer y Atanos) alegan que el glifosato no es perjudicial para la salud humana basándose en una supuesta «abrumadora evidencia científica», Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó ese principio activo dentro de las sustancias calificadas como «probablemente cancerígenas».

En julio de este año, científicos del Conicet y del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIMA) de la UNLP detectaron la presencia de glifosato y atrazina, los dos plaguicidas que dominan el mercado argentino, en el 80% de las muestras de agua de lluvia. «